Menú Cerrar

Estrategias de autocuidado (3)

Sonríe más

Sonríe, aunque aprietes un lápiz entre tus muelas

Experimentamos una efervescencia de las hormonas del bienestar cada que sonreímos, aunque no lo hagamos profunda e intencionalmente para terminar en una carcajada por algo gracioso. Entre 12 y 17 músculos de la cara se activan cada que sonreímos y, automáticamente, el cerebro registrará esa sonrisa como un estado de bienestar que generará la segregación de diferentes hormonas de acuerdo a la intensidad y razones de las sonrisas, como por ejemplo endorfinas, que relajarán la tensión muscular; oxitócica, si abrazamos o acariciamos con la mirada a alguien o recibimos muestras de afecto al sonreír, ya que es la hormona del apego; dopamina, si sonreímos a causa de algo que nos da placer, como comer, por ello se dice “barriga llena, corazón contento”; serotonina, cuando ganas una partida de naipes, damas chinas, o algo asociado a la satisfacción por culminar una meta o alcanzar un objetivo.

Decide sonreír más veces al día y, si no tienes ánimo o crees que no hay razones, puedes engañar a tu cerebro poniendo un lapicero en tu boca, lo más atrás que puedas mordiéndolo con tus muelas; eso te creará una aparente sonrisa, suficiente para registrar un estado de bienestar que detone una segregación de químicos que te generen sentirte mejor, dormir más saludablemente. Cada que te mires en un espejo, o puedas ver tu reflejo en cualquier superficie, regálate salud y sonríele a tu yo niño que a veces castigamos terriblemente, ignorándolo cuando nos sentimos malhumorados.