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Aprende a desaprender (2)

Qué dices de Dios vs. Qué dice Dios de ti

Qué dices de Dios vs. Qué dice Dios de ti

Hay una frase que no es bíblica, pero sí muy popular: “Ayúdate que yo te ayudaré”. Totalmente apócrifa, pero si le sacamos un poquito de jugo a este dicho popular, yo diría: “Da el primer paso y encontrarás que Dios te está esperando unos pasos adelante”. De verdad me maravilla la bondad, fidelidad y misericordia del Dios que no nos da lo que merecemos, antes bien nos da lo que no nos merecemos. Eso se llama “gracia”.

Ayúdate; haz algo de ti para ti, sin esperar que el cielo haga todo como si Dios fuera el genio de la lámpara. Desaprende que “el que nace para tamal del cielo le caen las hojas”. Es un trabajo enorme hacer tamales. Hay que cultivar, cosechar y desgranar el maíz; luego, molerlo y amasar, embarrar hojas, poner en la vaporera y todo el procedimiento sin olvidar el relleno. Mis favoritos son de queso Oaxaca, que hacen hebra en cada mordida.

La Palabra de Dios nos invita a esforzarnos y ser valientes, a perseverar en la obra haciendo lo correcto, lo sabio y lo valiente por amor a Dios a mí mismo. No es sólo creer y quedarse pasivos, es creer y accionar. Si Dios es bueno, grande, poderoso, fiel, justo, santo, omnipresente, nada escapa de sus ojos; te ve en tu peor oscuridad emocional; te escucha en tu más desgarrador silencio bajo las cobijas, cuando ni fuerzas para llorar tienes. Pero Él ha dicho de ti quién eres en Cristo, qué tienes como su hijo, y que todo lo puedes en el nombre de Jesús, siempre para su gloria. Él dijo de ti en Mateo 3:17, “eres mi hijo amado”. Vive desde la certeza de su paternidad y libérate del engaño de la orfandad. No lo ves ni lo tocas, pero sabes y sientes cómo te sostiene, te ayuda, te acompaña y se glorifica en tu vida y a través de ti. Desaprende, que tus errores y tu pasado no te determinan; sólo la cruz, la tumba vacía y Jesús resucitado son tu identidad, tu dignidad y tu seguridad.