Ama quién eres y sé tú
Si el creador del universo, el único y sabio Dios seleccionó tus genes para darte un diseño exclusivo, puedes estar seguro de que cuentas con todo lo que necesitas para hacerla en la vida, para que te vaya bien, para lograr lo que te propongas. Es justo en lo que te propongas que está la clave de cómo te va a ir, y qué tan satisfecho llegues a sentirte con lo que logres. Ten metas, define qué quieres, a dónde quieres llegar y desde dónde vas a partir, quién eres ahora, en quién quieres convertirte hablando de fortalezas de carácter; no puedes alterar tu perfil genómico, pero puedes modificar tus redes neuronales, crear nuevos algoritmos para amar la vida, amarte a ti, creer en ti, y alcanzar tus sueños.
Nunca pierdas la brújula en esto, quien eres no es lo mismo que lo que haces ni lo que tienes. Lo que haces habla de quién eres; lo que eres se queda plasmado en todo lo que haces, tu firma personal: ternura, romance, pulcritud, creatividad, innovación, etc. Lo que haces no define quién eres: muestra parte de ti, de tu esencia, pero sin que eso signifique que cuando caigas en errores tú seas eso. No eres un error, eres una persona que se equivoca igual que el resto del mundo, y que tiene la oportunidad de aprender, corregir, enmendar, resarcir o reinventarse; desaprender para reaprender.
Para amar quién tú eres necesitas escuchar lo que dice de ti tu diseñador, no un costurero, no un reparador, no otro diseño: EL GRAN MAESTRO QUE TE DISEÑÓ ES EL ÚNICO QUE TE DA JUSTO VALOR.