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Somos diseño exclusivo del creador (3)

No hay dos como tú

No hay dos como tú

Quizá has escuchado bastante que no existen dos huellas dactilares iguales entre los millones de habitantes en la tierra. Es algo muy complejo de entender esta individualidad que nos diferencia, aun habiendo nacido con gemelo idéntico, lo cual sucede cuando un ovulo fertilizado por un solo espermatozoide se divide en dos embriones que siempre son del mismo sexo y comparten 100% del ADN, a diferencia de los mellizos o cuates, que nacen de dos óvulos diferentes fertilizados por dos espermatozoides diferentes y son genéticamente distintos, como cualquier otro par de hermanos, y pueden ser de igual o distinto sexo. Creo muy probable que todos hemos conocido familias con hijos que nacieron el mismo día de la misma madre, con minutos o segundos de diferencia, pero tan autónomos, únicos, distintos desde el primer chillido, la manera de dormir, abrazar, comer, etcétera.

Nadie es igual a ti, por lo tanto, eso nos hace un diseño muy exclusivo, sin par, híper cotizado, extra valioso. ¿Puedes verlo? Somos una cuidadosa obra maestra del gran creador del universo: tus cabellos rizados o lacios, tus ojos redondos o rasgados. Eres único; aprecia quien eres, valora, honra, agradece quien eres, para que entonces puedas proyectarlo en seguridad y, pase lo que pase, venga quien venga, no te podrán hacer creer lo contrario, porque conoces de primera mano la firma de tu diseñador y Dios, que cree en ti.